Extracto

Revista Propiedad Horizontal (1985-1997)
Poemas del libro MOLINO DE TIERRA (1987)
Periódico Democracia en Movimiento- Córdoba (1993-1996) y Cuadernillo de Cultura- General Roca (1980)

Textos y audio del Grupo Palabras (1988, 1989)
Textos del libro NO SE, AMOS (1991)
Revista desde el Andén (2006-2009)

Parte de las fotos incluídas fueron tomadas por mi cámara.


Para ver textos actuales, en Silvia A. Sánchez, una escritora

20140715

Si pudiera caminar bordeando mi sombra

el sendero sería una línea finita
               de luz y oscuridad
               de verano agobiante e invierno helado;
un piolín tensado
para hacer equilibrio eterno
en el precipicio de las mesetas.
Recorrería el perímetro
vadeando las depresiones blancas
         de calcáreos,
tropezando con los pedregales duros,
humectándome en el río brillante.
Si pudiera sólo andar
en el borde de mi sombra
me sabría con la imagen
en la voz de los cartógrafos;
pero ya no sería más esta tierra bella,
sería
       un
           mortal.

Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

No puedo dejar que los ocres me asombren.

Soy piel de ocres.
Mis mesetas dibujadas
se delinean con la intemperie del amanecer
que enhebra la coherencia de mi imagen
de greda y sales.
Soy esto que soy.
Tengo fósiles apaciguados brotando de las arenas
cardúmenes heroicos peleando con la historia conocida;
sé que estos peces de colores
han descendido suaves por mis aguas internas
porque yo era hueco de un río
y cama de un mar.

Mi cielo siempre azul
ha mirado
mientras las gotas y las sequedades
corrían mis cimas.

Ensayo otro viento
cantos frescos rodando en los pasteles,
otro parto que trae verdín sobre los ocres.

Soy valle,
pero no puedo dejar que los destellos
impidan el orden de mi reminiscencia.

Primero soy Patagonia.


Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

20140711

Finitud

Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

Gloria

 Proyecto de los años 90, distribuía poesía entre la gente conocida.  Recuerdo puntualmente este poema porque supo estar debajo de varios vidrios en los escritorios de mis compañeros de trabajo en el Poder Judicial.

Te descubrí


Proyecto de los 90. En aquella época , con Lautaro Bustos hacíamos separadores con poesía que canjéabamos por libros en las librerías de la ciudad.

REVISTA CONEXIONES



Desde el ojo de buey

Publicado en Revista Conexiones, julio 2008.

Monstruo que tengo

Publicado en la Revista Conexiones, julio 2008.
Publicado en la revista Conexiones, julio 2008

Publicado en la revista Conexiones, julio 2008
Publicado  en la revista Conexiones, julio 2008

Quema

Publicado en la Revista Conexiones, julio 2008.

Viento


Publicado en la revista Conexiones, julio 2008

Conozco



Publicado en la revista Conexiones, julio 2008

Temeridades



Publicado en revista Conexiones, julio 2008.

20140526

Y cuando tanta paz aburre
los hombres buscan los agujeros interiores
para desmayarse
en los conflictos.
Cuando tanta quietud emborracha
los hombres buscan discursos
y las muertes se intitulan
duplicando contenidos.
Hemos de buscar un cauce
para crecer en esta paz
furibunda,
que ha de terminarse
por culpa del aburrimiento.

20140519

BIHUE

Escabullido en la bisagra de la ventana un retazo de alma me invita a pasear. Si me nublo y me convierto en noche, el estado me hará su compa­ñero.


            Sentada en el taburete chiquito Bihué secuenció en tres  carillas los pensamientos. A la primera vuelta de página com­probó que los ojalillos  estaban rotos y los ojos  se le empastaron de cansancio. Dio vuelta el taburete y empezó de nuevo (lo  de la media vuelta era por cábala). Siguió enquistada leyendo en las ventanillas de los trenes, y a la segunda página descubrió  los breteles desatados. Ciertamente, le pareció curioso. Viajar  en tren, y a esta hora, y que los ojalillos estuviesen rotos a  pesar de que eran nuevos, y las tiras  se desataran.
            Asustada me miraba, no sé si a mí o a su reflejo en la  ventanilla de atrás. Los vidrios empezaron a empañarse e hicimos  recambio de aire para mantenernos despiertos, para eso abrimos  la ventanilla de modo que lo del reflejo vidrioso se acabó y en  cambio se hizo fuerte el cuadro negro del agujero.
            Bajaron todos los pasajeros y quedamos diseñando verdes  mientras Bihué seguía dando vuelta la página y el taburete.
            La máquina empezó a comprimirse al entrar en el desarmadero.  Corpulenta, pudo contener los ruidos del achaque y creo que el  único lamento fue el rostro del taburete cuando hizo seña de  quebrarse.
            Bihué y yo nos miramos sonrientes, y nos escondimos  juntos en el transparente donde están guardadas las redes fe­rroviarias.
                             
            Estuvimos calladitos hasta que los cristales se rompieron,  ahí Bihué subió un suspiro. La pobre colocó las uñas en los  breteles para que no se le siguieran cayendo y miró desorbitada  los ojalillos rotos que le   empezaron a bordear  el vestido y le hicieron cosquillas hasta instalarse en sus pe­chos erguidos. Cómo se asustó, bajó los ojos  y los anteojos se  le cayeron en el cáliz de los pezones y se quedaron ahí, quietos. ¡La flauta! qué calor me dio, escondidos los dos y tan jun­tos oliendo nuestros poros.
            Bihué no sabía de mí, pensó que era casual mi  estada. Cuando la máquina entró completa al trituradero seguía­mos apelmazados  el uno con el otro.
            La sensación no fue muy terrible, en realidad pudimos ha­berla evitado, pero marcados como estábamos era mejor así.
            La gente nos vio salir juntos de la mano y  del desarmadero, era bastante tarde y seguramente pensaron que veníamos de hacer el  amor.
            Caminamos bastante rato por las calles adoquinadas y fui­mos a un café a tomar algo caliente.
            Bihué habló por primera vez, y yo también. Nos contamos de  nuestras vidas, y de todo lo que se podía y no se debía. Cuando  el  mozo nos vino a cobrar para cerrar tuvimos que irnos.
            De estar escondidos en el transparente del vagón nos habíamos acostumbrado el uno al otro, así que no fue difícil  alquilar una casa y ser matrimonio. Rentamos tres hijos, un pe­rro y siete plantas. Cuando pasaron  quince años los vecinos ya  estaban convencidos de nuestra normalidad y nadie dijo nada.
            Al fin, los chicos se fueron y el perro se murió. Ahí pu­dimos hablar de nuevo y volvimos al vagón del desarmadero. Des­cubrimos la ventanilla abierta con el cuadro negro del  agujero. Nos miramos profundamente y pregunté a Bihué que quién  creía que era yo, ella se rió y me dijo chistosa “-Nadie. Y yo ¿quién soy?-“. “-Mi costilla-“ le contesté, mientras los dos, de  la mano, esta vez sí, nos tiramos por la ventanilla negra.
                           
--

Texto publicado por el Grupo Palabras-1988

GRUPO PALABRAS- A vos te estoy hablando

1988- Un grupo del Centro de Escritores de General Roca tiene la inquietud de aprender a leer expresivamente textos literarios. Marcela Darriex se ofrece para enseñar lectura expresiva, así se reúnen Elsa Guarnaccia, Haydeé Massoni, Alberto Brandi, Alejandro Ponce , Rolando Lesta y Silvia Sánchez bajo la coordinación de Marcela. Luego de muchos meses de lectura, grabado de textos (en cinta de cassette), el grupo siente la inquietud de dar a conocer su trabajo por lo que decide grabar un cassette de poesía. Así es convocado César Fernández Moreno, poeta de la Capital Federal, quién cede sus textos del libro "Argentino hasta la muerte" para el proyecto. En el lado B se interpretan textos de escritores del Centro local.
El proyecto tomará el nombre 
"A vos te estoy hablando"

20140429

Clavo el clavo


y del clavo cuelgo el cuadro,
y en el cuadro escribo mi paisaje.

Rompo la pared clavando el clavo;
el revoque se levanta,
la pared se descascara
-la pintura se estropea...-.

Pero encima
está mi cuadro.




Del libro Molino de Tierra

¿Qué dónde estamos?





















Allí, colgados
y la gente nos mira
y nos golpea
y nos critica
gritando.

Estamos allí,
escritos,
leídos (como usted ha leído
con el ojo largo
a nuestras cicatrices).
Ajústele
el ojo
a nuestro “nosotros”
y ponga batería
en el punto suspensivo.
Maneje su “usted mismo”
y no mire dónde estamos.

En este lugar.


Del libro Molino de Tierra

20140421

Molino de tierra




Sensitivo,
molino de tierra
con árboles girando en las astas
y la gente no sé donde
se transforma en agua.




Del libro "Molino de Tierra"

20140402

Miré las estrellas

Miré las estrellas
y no supe más de ellas
que de mí.
La ráfaga instantánea
dividió la bóveda negra.
Sobre el óbice,
mis percepciones humanas;
todo lo otro:
       El Universo.



Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

20140331

Me ví observado-

Copiados mis pasos
sentidas mis palabras.

Me alegré de la compañía
porque los fantasmas
                        coexisten
(pero no cuentan).















Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

20130125

Juega

http://desdeelanden08.files.wordpress.com/2008/09/revista-6-hoja-2.jpgPublicado en  la revista Desde el Anden Nro 6- Otoño 2008. Revista del Centro de Escritores de General Roca. RN. Argentina/ Fotografía: Viviana Portnoy

20121118

Un tazón de té celeste

Publicada en la revista "Desde el Andén" 5 - Verano del 2007
Fotogafía Sergio Bonicatto.

20120716

Y cuando tanta paz aburre

Publicado en la revista "Desde el andén" Nro 4, del Centro de Escritores de General Roca, en invierno del 2007. Fotografía Claudio Eibar.

20120705

Los planos inclinados

Publicado en la revista 3 "Desde el andén". Centro de Escritores de General Roca. Otoño 2007- Fotografía Leticia Rubina.

LAS TORMENTAS

Las tormentas
me encuentran sin el ímpetu
de los primeros mares rabiosos.
El barco es más sólido
y sabe sumergirse si es necesario.
Circulo serena
con los ojos puestos en la proa
y enderezo el timón
para cortar las olas en mitades.
Los golpes y las humedades salinas
me dan huidizos escalofríos
y el cuerpo tiembla
tratando de convencerme del peligro.
No siento miedo,
me he entrenado en furias ajenas.
En el horizonte
está mi rumbo.
http://desdeelanden08.files.wordpress.com/2008/08/revista-2-hoja-3.jpg?w=510&h=711Publicado en la Revista "Desde el Anden" del Centro de Escritores de General Roca en el verano del 2006. Fotografìa de Juan Carlos Pell.

20100222

madres


Y qué me digo


del pasado.
Las proporciones de los cuerpos
crecieron en los tiempos.
Yo Mujer
y vos muerta
abuela.
Yo niña
y vos MUJER.

Una concatenación
constante de génesis.

-

Publicado en pequeño proyecto de difusión local, impresos como separadores.


General Roca, 1999

20091015

otro tiempo



Publicado en pequeño proyecto de difusión local, impresos como separadores.

General Roca, 1999

20090915

GRUPO PALABRAS- DECIMOS

1989- Ya conformado el GRUPO PALABRAS, edita su segundo cassette.


El objetivo: lectura expresiva de textos literarios. El proyecto, coordinado por Marcela Darrieux y Alberto Brandi incluye las voces de Elsa Guarnaccia, Rolando Lesta, José Mármol y Silvia Sánchez. Esta vez se interpretan textos de Rodolfo Alonso (poeta de Capital Federal) y de autores incluídos en las ediciones de la revista Propiedad Horizontal del Centro de Escritores de General Roca.


El texto "Caja", de Silvia Sánchez, es interpretado con las voces de Alberto Brandi y la autora:





Para leer el texto, que ya aparece en ese Blog, podés ir a:

caja


-

En el mismo cassette se incluye el texto "Ladrillo", también ya publicado en este Blog. El audio está interpretado por Alberto Brandi, José Mármol y Rolando Lesta:

Lo podés leer en ladrillo
y escucharlo aquí abajo:


20090718

GRUPO PALABRAS- A vos te estoy hablando

1988- Un grupo del Centro de Escritores de General Roca tiene la inquietud de aprender a leer expresivamente textos literarios. Marcela Darriex se ofrece para enseñar lectura expresiva, así se reúnen Elsa Guarnaccia, Haydeé Massoni, Alberto Brandi, Alejandro Ponce , Rolando Lesta y Silvia Sánchez bajo la coordinación de Marcela. Luego de muchos meses de lectura, grabado de textos (en cinta de cassette), el grupo siente la inquietud de dar a conocer su trabajo por lo que decide grabar un cassette de poesía. Así es convocado César Fernández Moreno, poeta de la Capital Federal, quién cede sus textos del libro "Argentino hasta la muerte" para el proyecto. En el lado B se interpretan textos de escritores del Centro local.
El proyecto tomará el nombre "A vos te estoy hablando"



Se transcribe el texto inicial del cassette lado "B", donde se escucha:

ALBERTO BRANDI: "Estamos reunidos los que grabamos los poemas de César Fernández Moreno y ahora vamos a hacer conocer nuestra producción. En algunos casos, las obras se leerán de manera habitual y en otros, se van a emplear técnicas adquiridas en el taller coordinado por Marcela Darrieux. Comienza, Silvia Sánchez.

“Soy Silvia Sánchez y escribo desde muy chica, quizá desde que descubrí que era importante tanto para mi como para otros el poder expresarse. Y esto es lo que rescato del trabajo que hago. Cuando hablo con otros siempre invito a animarse a decir,a sentir y creo que para esto es válido para cualquier área artística. La expresión debe ser el vehículo que canalice nuestras zonas negras, grises y blancas y quizá pueda convertirse, por qué no, en remedio para nuestros achaques individuales y sociales. Voy a leer un cuento que es de amor, si se quiere:

(para escuchar presionar en la B)



BIHUE


ASCENSOR

para leer el texto apriete aquí:
Ascensor


Para escuchar la versión del Grupo Palabras, intepretada por Marcela Darrieux y Silvia Sánchez
y presentada por Elsa Guarnaccia, presione abajo:

20090616

NO SE AMOS

era el título de este libro Publicado por el Fondo Editorial Rionegrino y ECA (Ediciones Culturales Argentinas) en 1991.
La ilustración estuvo a cargo de Lisandro Martínez Geoffroy, el diseño de tapa de Laura Ruberti.
La comisión técnica para el período 1986-1988 (comité de selección) estuvo conformada por Yolanda Ilda Garrafa, Graciela Cros, Cecilia Girgenti, Juana Porro, Victorio Schillizzi y Clara Vouillat.

Reeditar el texto en el blog es presentarlo públicamente, puesto que pertenece a la última edición de la primera etapa del FER, libros que no han sido distribuidos ni presentados en sociedad como tales. De aquellas ediciones -que incluían libros de otros autores rionegrinos también- quedan unos pocos ejemplares en poder de los autores.

PERO CÓMO, AMOS...

era su última inscripción.


"NO SÉ, AMOS" "
Esta obra es una original propuesta gráfico-linguística, sorprendente y cargada de nuevos contenidos, que revela un mensaje joven y una cosmovisión propia de las generaciones que crecen en el momento de la automatización, la modernidad tecnológica y la estandarización ".
JUANA PORRO

"El juego verbal que impregnaba su obra anterior, "Molino de tierra" , aquí se hace rompecabeza y salta de portal en portal hata cerrar el libro. En su interior la palabra corre mas libre, mas simple para decir y deambular por una nueva temática".
YOLANDA GARRAFA





SILVIA ANGÉLICA SANCHEZ

Nació en la ciudad de General Roca el 6 denoviembre de 1964, es profesora de enseñanza primaria y ejerce la docencia. Escribe desde los doce años porque, según sus propias palabras, "a través de la literatura puede comunicarse verdaderamente con el mundo exterior. En 1980 compartió el segundo premio del certamen "Poesía Joven de Río Negro" y desde el año siguiente participó del taller literario de su ciudad natal, hasta 1984. También coordinó el grupo juvenil "Cabalgasueños" , del Centro de Escritores local y publicó cuentos y poemas en medios regionales. Su primer libro "Molino de tierra" , fue editado por el Fondo Editorial Rionegrino en 1987.

Colección tierras y mares

20090608

FIGURA

El triángulo poblacional se desvirtuó, desviándose. En las altas cúpulas, lejos de haber tan solo un punto monárquico, había siete estrellas disputándose el brillo.
De los diecisiete países , dieciséis opinaban sobre los otros dieciséis; pero pronto se decidiría el brillo supremo. La base poblacional se expandía hacia la derecha e izquierda, y se disputaban las sobriedades, asimismo se visualizaba la ruptura longitudinal y transversal de la pirámide.
Los MAYORES ETERNOS puntualizaban las pautas a seguir previniendo el desmoronamiento de la construcción. Apolíticos, respaldaban su decisión en el esquema de las estrellas.
Los simpáticos positivos, trabajadores, hombres necesarios, custodios y otros se apuraban por estabilizar el sistema decayente, cumpliendo órdenes de los mayores restringiendo el paseo a los lugares públicos.
Las cartas de presentación de los Necesarios se hicieron indispensables para los accesos; licenciados trapasaban papeles con ganchos y garfios para medir necesidades y descartar sobrecargas.
Los opuestos, negativos, asistemáticos innecesarios que cohabitaban en altas cúpulas, comenzaron a ser desplazados hacia la izquierda, temiendo todos el desmoronamiento parcial de la sección piramidal con la consecuente muerte que les correspondía.
Los hacedores de sueños resbalaban sobre la diagonal hacia los pisos (cuestión de sentirse mas seguros).
El sustento de la cúpula estaba ampliado por los extranjeros que lograron considerarse "NECESARIOS" en menor categoría. Los positivos se entorpecían con los saludos y cortesías tratando de complacer a los superiores; y una vez por año tenían por premio la concurrencia a estrados públicos. Sudorosos y marginales, luchaban con los negativos que dudaban de sus voces y amparaban soñadores.
El resquebrajamiento del triángulo se producía con velocidad , los negativos a la intemperie tratando de procrear, y los positivos cuidando la explosión demográfica mediante el empleo de medios higiénicos. Los subcupulares intentando el ascenso por su dedicación sudorosa sin conseguir sino máximas y degradantes ocupaciones..
Y los ETERNOS, disputándose los colores de las estrellas, sin mirar a las Tierras.


Publicado en No se Amos, Fondo Editorial Rionegrino, Ediciones Culturales Argentinas, 1991.

IMAGEN


Todo el año caminaba por la Calle de los Usos, desesperada, buscando soñar el punto justo.

Cuando llegó navidad, a ella se le refrescó la memoria. Con ganas de procrear pidió el favor con el expediente y la cuenta (como buena dama que era). La computadora expresó los datos recomendando una botella de whisky para cada uno.

Pasó ese tiempo, se sacaron las copias y prepararon los papeles.
Pasó el otro tiempo y estuvo todo listo. Luego de llegar a la guardia, el hombre que la acompañaba se contentó porque los médicos y las radiografías serían mandados al otro día.

Así llegó para completar los veinte mil necesarios para cubrir "INDIVIDUOS SIMPÁTICOS" . Esto no dejó de ser una suerte, si hubiera sido uno mas hubiera tenido que desaparecer por innecesario.

En realidad era ELLA quién tenía suerte, suerte de tener abogados, continuadores, músicas y obleas para sus autos. Gracias a eso, el Llegado estuvo el primer tiempo acostado, después gritando, luego gateando, caminando, hablando, hasta ser SIMPÁTICO y poder asistir con los NECESARIOS.

Él aprendió rápido y bien. ELLA se sabía gustosa pero no podía demostrarlo porque la adorada televisión renegaba de las caricias; y cuando no, el silencio se llenaba con el recuerdo de las voces de las ropas y el ruido del reloj.

Año a año la Calle de los Usos se veía mas poblada. Aparentemente las candidaturas para la Real Celebración eran cada vez mas escasas. Los códigos de la misa se empleaban para que los aficcionados embadurnen las paredes :"aceptas como esposo", "hasta que la muerte los separe", "prometes amarlo y respetarlo"...
Sin embargo, y también a lo largo del tiempo, los requisitos fueron mas aristocráticos. El acceso a la Calle de los Usos estaba medido por HOMBRES CUSTODIOS y quién no respondiera como "Hombre necesario" no podía ingresar.

A pesar del cambio de leyes, los ETERNOS continuaban inmutables; ELLA misma también lo hacía. Solía vagabundear por los mismos lugares sin poder encontrar el punto justo. De a ratos sonreía pensando en justeces e injusticias, en antiguos y anticuarios... cuando pensaba en el Llegado se acaloraba deduciendo que por ser Hombre Necesario debía tener libre acceso a la CALLE U... Él no dejaba de serle un afecto...

Se sucedieron los años, y a los dieciocho de Navidad, en Navidad, y por mandato de los MAYORES ETERNOS, la periferia se rodeó de occipitales de aquellos Llegados. Fueron juzgados por "Adultos biológicos"; ya que de completar usos, podrían degenerar la raza. Los extranjeros fueron conservados por disposición y pasaron a formar parte de los HOMBRES.

Ella no se sabía gustosa, pero no podía demostrarlo porque la adorada TV renegaba de los "contras".
Caminó nuevamente por la calle, pidió el favor con el expediente y la cuenta, y la computadora recomendó una botella de Whisky para cada uno...
Pasó ese tiempo, el otro tiempo, llegó el Hombre Intrigante, El Productor, El Educador, Recaudador, Escribiente, Astronauta, Programador, Matemático, Matarife...


Publicado en No se Amos, Fondo Editorial Rionegrino, Ediciones Culturales Argentinas, 1991.

HORMIGA (EL)


Se sentó en el dorado mosaico con las piernas acurrucadas, y comenzó a manotear las hormigas rojas que se le subían a la espalda hasta el cuello.

Era incómodo, pero algunas veces necesitaba hacer un descanso y sentarse. Andar todo el día corriendo no era saludable.

Manotazo va y manotazo viene, escuchaba el sonar de la música de los que bailaban enfrente. Pasos, traqueteos, tacos, ritmo, piano con patas altas, seguramente; nadie se animaba a quedar sentado: piano para tocar de pie.

Los comunicados radiales insistían en la necesidad de emplear buenos calzados para resistir la "vida de pie"; pero la calidad de fábrica era disminuyente; y ahora los zapatos, zapatillas, sandalias, botas, pantuflas y chancletas duraban dos semanas. Él empleaba coraje y pisos dorados, y se animaba a descalzarse y sentarse (para colmo en el suelo).

Los fluorescentes de la noche bailoteaban en su cúpula luminosa, y los haces de luz rebotaron dorados sobre el piso DORADO del hombre en cuclillas. La luz subió desde el piso, por los pies, las rodillas, el mentón, la boca, la nariz, ojos, frentes y pelo. Las manos no se veían sino en transparencia de rotar de manotazos.

Se puso de pie, se sacudió , dio un baño bien caliente para eliminar los restos de insecto del cuerpo y se estandarizó con corbata negra y cuellos amplios. Cuando estuvo listo, presionó el picaporte; abrió la puerta, aminoró la marcha y salió normal a cumplir noctambulez.
Los lugares públicos estaban atestados de gente de toda edad. Tomó el colectivo y logró ubicarse cerca de una ventanilla.

Miró el paisaje y se rió por dentro, él no LO era: a escondidas, pero sobre el piso dorado, solía descansar con la reverencia de los manotazos.

Llegó a la oficina, y por la imprescindibilidad de la cortesía se deshizo en saludos. Se paró en su escritorio y papeleó un rato. Luego vino el jefe, lo miró con cautela revisando palmo a palmo a su secretario IMPECABLE. PERFECTO. CORRECTO. CORTES (valiente por descansar).
Le tendió la mano en felicitaciones. El aceptó tranquilo.Los dedos se entrecruzaron con fuerza; de la mano de él, hacia él, corrió vivaz una hormiga. Se sintió el cosquilleo.

Ya no tenemos mas al jefe; ahora hay otro.


Publicado en No se, amos, Fondo Editorial Rionegrino, Ediciones Culturales Argentinas, 1991.

ESTABLO (ELLA)


Debe reconocerse, de momento, que en todo esto no hay nada que no pueda entender un niño de seis años, por lo menos mientras se aplique a sí mismo; a mí misma: nada que no pueda entenderse a los seis años...

Cabalgaba con las crines al viento y las cabelleras del potro bajo mi vista dorada, zigzagueando caminos de piedras en pasadizos de verdes paredes. Aire libre, decían, verdor oscuro o claro, o esmeralda; verdes suave o rugoso, sendero ancho o angosto. Cielo : alto,bajo, celeste, azul, nublado. PAGUE A LA VISTA Y TENDRÁ SU AIRE LIBRE DE PAREDES Y CIELORRASO.

Cuando tenía seis años sé que galopaba libre por los espacios, trotando por los campos, con caballos de crines negras y mi cabellera al viento -coherente- . Cuando tenía seis años me colocaron en el pasadizo de puertas cerradas y paredes verdes, y audiovisuales. Confieso que la primera vez tuve algo de miedo. Mi madre y mi padre decían que no era de preocuparse, que ellos me esperarían a la vuelta, que era como podar en el césped, que era como cabalgar en calesita de mi tatarabuelo.

Me tomaron de las manos y me sentaron esbelta sobre el animal de madera. Me rocé una rodilla con el revoque caído y duro de la pared, lloré un poco. Pero la atracción era mucho mayor que mi dolor y mis ojitos rodaban de esquina a esquina palpando los verdes y celestes.

Me fue bien, mis mayores me felicitaron y me compraron una cucurucho helado. Hasta de premio, ese fin de semana, fuimos al campo a cabalgar sobre un potrillo ruano que sudaba y tenía calor en la piel, y además tenía olor a caballo.
Me dio lástima verlo tan desprotegido al aire libre, resguardado de la lluvia por un techo lluvioso, castigado por el calor y sin siquiera un sombrero...
Me impresionó el caballo y le guardé una cierta lástima y respeto. Decidí no querer ser como él: DESPROTEGIDA.

. . . . . . . . . . . .

Volví más tarde a casa, con años en las velas de las tortas y números de más en las medidas de los zapatos.
Para el último cumpleaños me envolví en papel celofán transparente y me regalaron la mayoría de edad, con velitas de agujas de relojes, y bombones de credenciales : CARNÉ DE CONDUCTOR-MUTUAL PROPIA- CHEQUERA DE BANCO- PERMISO DE PORTAR ARMAS- TARJETA DE CRÉDITO- ANTICONCEPTIVOS- SEDANTES...

Del campo no supe más ni menos. Los paneles verde pasto y azul cielo se repetían en todos partes: verdes- calles- casas- pasillos. Los colores eran reyes, los olores y sabores eran tintas. Los amargos no existían; los colores eran amargos...
El paseo del pasillo era cotidiano. Fingía viajar, recorrer, oler, gustar, ver... sentir ... (el roce de las paredes en los brazos y piernas desnudas). Pero no lastimaba, y me provenían de sombrero los días de sol , y buen reparo para la lluvia.
El pasillo era bueno, daba para comer con sus pastos; solo debía esperar a los clientes que quisieran servirse de un caballo - a gusto-, a cielo raso, alto, azul, verde, amargo...
El pasillo no era tan malo: protegía de las tempestades los vaivenes de los MALES. tenía RESPALDO... estuve conforme, lo estuve, hasta que vino un paisano con olor a campo y me hice lágrima de seis años: YO había decidido no querer ser sudada; calurosa y olorienta. Yo no había querido ser DESPROTEGIDA; en el año cien de otra era...


En No se, amos, Fondo Editorial Rionegrino co edición Ediciones Culturales Argentinas, 1991.